En diciembre del año pasado el panorama para los trabajadores del diario Tiempo Argentino era desolador: no percibían sus sueldos ni el aguinaldo, y comenzaba el vaciamiento de la patronal. Después de 48 días de lock out patronal, salieron con más fuerza a la calle por un día: fue el 24 de marzo de este año, cuando se cumplían 40 años de la última dictadura militar. Ese fue el gran impulso para que un mes después, el 24 de abril, más de 100 trabajadores del diario decidieran conformar una cooperativa.
“La edición especial del 24 de marzo se vendió como pan caliente. Con la venta casi plena de unos 35 mil ejemplares, nos garantizamos cuatro salidas más”, contó Jonathan Raed, quien junto a Felipe Yapur, periodistas de Tiempo Argentino, contaron la experiencia del semanario en manos de los trabajadores en el marco del 14º Congreso de Trabajadores de Prensa que se realizó el sábado pasado en la ciudad de Famaillá, invitados por la Asociación de Prensa de Tucumán.
Aunque no lo mencionaron, en el medio del proceso quedó el feroz ataque que sufrieron los trabajadores del semanario, el 3 de julio pasado, cuando una patota y el empresario Mariano Martínez Rojas, ingresaron al edificio y destrozaron la redacción.
“Fue todo un desafío dejar de ser empleados para ser responsables directos de la producción, venta, distribución y de toda el área administrativa del semanario. Todo lo que hacemos es con nuestro propio esfuerzo. Desde hace seis meses sale el semanario todos los domingos con información propia, y hace un mes ya tiene su página web. Esto nos genera una gran satisfacción porque seguimos funcionando como medio de comunicación y es una demostración de autogestión. Son más de 100 familias las que sobreviven a través de la información que producimos”, relató Felipe Yapur, periodista tucumano radicado desde varios años en Capital Federal. Ahora el desafío –recalcó Yapur- es llevar el semanario a otras provincias.
Tras la reapertura de Tiempo Argentino (hoy semanario), son más de un centenar de trabajadores quienes conforman la cooperativa de medios más grandes del país, coincidieron los disertantes.
“Trabajar en una cooperativa es un lio bárbaro. No es fácil que más de 100 personas se pongan de acuerdo para tomar decisiones. Sin embargo, en términos periodísticos se mantuvieron las estructuras que teníamos desde antes. Incluso cobramos según la cantidad de horas trabajadas y todos cobran el mismo valor horario”, agregó Raed.
En cuanto a la línea editorial del medio, afirmó que Tiempo Argentino tiene una “clara identidad” que es compartida por la mayoría de los trabajadores del medio. “Nunca se bajó la nota a nadie y todos estamos dentro de una misma ideología, no entramos en conflictos”, agregó.
Al término de la mesa debate, el secretario General de la APT, Oscar Gijena, expresó su apoyo a los trabajadores de Tiempo Argentino y les propuso colaborar en la distribución del semanario en Tucumán.